Signo lingüístico
Es toda clase de objetos, acciones o
fenómenos que, ya sea por naturaleza o por convención, pueden representar, simbolizar o reemplazar a
otras cuestiones o elementos. La lingüística, por su parte, refiere a aquello que guarda relación o
gira en torno al lenguaje (entendido como un sistema o
herramienta de comunicación).
A partir de las definiciones del párrafo
anterior se puede comprender la noción de signo lingüístico. Se trata de la unidad más pequeña de toda oración, en la cual hay un significante y
un significado que
están vinculados de manera inseparable a través de la significación.
Un signo lingüístico, por lo tanto, es
una realidad que puede ser
percibida por el hombre mediante los sentidos y que remite a otra
realidad que no está presente. Este signo combina el significado (una noción
o concepto) con su significante (basado en una imagen de tipo acústico),
presentándose como una entidad de 2 facetas dependientes entre sí que no pueden
ser separadas.
Lineal. Esto significa que dentro del citado
signo todos los elementos que lo componen se presentan unos tras otros tanto
oralmente como por escrito.
Articulado. Lo que viene a expresar esta
característica es que las unidades lingüísticas mayores tienen la capacidad
para dividirse en otras menores. En concreto, se pueden dividir en lo que son
monemas, que tienen significado y significante, y también en morfemas, que se
identifican por no tener significado.
Arbitrario. Este término viene a dejar
patente que la relación que se establece entre el significado y el significante
es arbitraria y tradicional, pues en cada lengua hay un significante distinto
para el mismo significado.
Mutable e inmutable. Con ello lo que se viene
a determinar es que, por un lado, los signos lingüísticos van cambiando
conforme va pasando el tiempo y con ellos las lenguas por lo que son mutables.
Sin embargo, por otro lado, también queda claro que una persona en cuestión no
puede modificar aquellos como le parezca, es decir, son inmutables.
Es importante destacar que un signo
lingüístico representa una construcción
de respaldo social, es decir, es válido en el marco de un determinado
contexto lingüístico. El signo sitúa a un elemento en lugar de otro: la
palabra “bicicleta” hace referencia a un vehículo de dos
ruedas que sirve como medio de transporte personal. Que “bicicleta” sea
el significante de este vehículo es una convención social.
Gracias por la información, es de mucha ayuda y da nuevos conocimientos obtenidos.
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